Para todo negocio es recomendable tener los efectos de valor en buen resguardo, para ello una opción muy práctica es una caja fuerte. La mayoría de las personas al escuchar el término con frecuencia alegan que no tienen cosas de tanta valía, porque piensan en el estereotipo de que son para guardar joyería y dinero. En una caja fuerte puede guardar cualquier cosa que considere importante como dinero, documentos y otros objetos que sean prioritarios para la empresa.
Para elegir la caja adecuada debe tener en cuenta diferente factores como el tipo de negocio para el cual será utilizada, el nivel de seguridad, que tipos de objetos se pondrán a resguardo en ella, entre otros. No cualquier caja es adecuada para lo que sea, no es lo mismo una caja para un local en el que el dinero se retira a diario, que para uno en el que permanece por varios días antes de ser retirado.
Existen empresas que aunque no manejen dinero con frecuencia, sí lo hacen con documentación importante que se requiere mantener tanto fuera de la vista de personas ajenas, como de posibles pérdidas o daños. En el caso de locales pequeños y sencillos en los que no se manejan demasiados valores, no es necesario una gran caja con demasiada seguridad; sin embargo, algunos propietarios prefieren tenerla por la sensación de tranquilidad de lo mucho o poco que producen está seguro.
Las cajas fuertes o cajas de seguridad, generalmente son de metal de mucha resistencia. Tienen un sistema de cierre preciso el cual solo el propietario o las personas autorizadas por este pueden abrir. Según su tipo disponen de diversas formas de cierre y protección como clave numéricas, lector de huellas digital, etc., para resguardar los bienes que se guarden en ella.
Tipos comunes de cajas fuertes
La variedad que existen de cajas es muy grande, sin embargo, las más comunes y frecuentes en los locales comerciales son:
Cajas de superficie o de sobreponer: estas no requieren una obra para ser instaladas, solo se atornillan al lugar deseado. No son tan seguras como algunas que incluso son anti fuego, pero son un buen resguardo contra situaciones de robo.
Cajas de mural o empotrables: su diseño permite ser incrustadas en la pared e incluso en el suelo dependiendo del modelo elegido. Para instalarlas es necesario un pequeño trabajo de obra, pero son bastante seguras al poder quedar ocultas.
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