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Los amortiguadores son parte fundamental del sistema de suspensión de tu vehículo y deben estar en buen estado para tener un buen nivel de seguridad. Si buscas la mejor venta de amortiguadores, te recomiendo visitar el taller mecánico de Aurgi, porque encontrarás siempre las mejores ofertas.

Sin embargo, puede que no sepas si tus amortiguadores están en buen estado o si ameritan un cambio, por esto te he preparado este post. Así que, si quieres aprender a revisar los amortiguadores para saber si están en buen estado sigue leyendo atentamente este post.

Consejos para revisar tus amortiguadores

A la hora de tener un coche es fundamental que sepas revisar bien tus amortiguadores, y para ello es recomendable fijarse en los siguientes puntos básicos:

Prueba del rebote

Es la principal prueba que debes realizar para verificar que el estado de tus amortiguadores sea el óptimo. Es una prueba muy sencilla que consiste en hacer presión sobre la carrocería hasta que hagas descender los amortiguadores.

Una vez que sueltas la presión el coche debería volver a su posición original en un solo movimiento si los amortiguadores están en buen estado. Si el coche comienza a dar rebotes, esto quiere decir que los amortiguadores requieren un cambio porque no están cumpliendo con su función.

Ver la línea de la defensa

Es importante ver la estabilidad que tiene el coche, y para ello será fundamental que verifiques que la línea de la defensa esté completamente paralela al suelo. Para ello, será vital que el coche esté aparcado en una zona plana y que tomes una distancia prudencial para apreciarlo por completo.

Si notas que el coche se inclina hacia algún lado quiere decir que el amortiguador de ese lado está en malas condiciones. En estos casos debes hacer el cambio de ambos amortiguadores del tren afectado, para que no tengas problemas d estabilidad en el coche.

Revisión periódica

La revisión periódica de los amortiguadores en un taller especializado te ayudará a sacarles el mayor partido posible. En todo caso, debes asegurarte de que conseguirás el máximo rendimiento y así evitarás cualquier tipo de inconveniente, garantizando que disfrutarás de los mejores servicios.

Las revisiones deben hacerse por lo menos una vez cada 20.000 kilómetros, para verificar el estado general de la suspensión. En caso de que se detecten fugas será mucho más fácil repararlas y dejar tu coche funcionando a la perfección, lo que garantizará que tendrás la mayor seguridad en las vías.